Los médicos desempeñamos parte de nuestro trabajo en lo que se conoce como “guardias”. La pregunta sobre si son apropiadas las guardias de 24 horas o, más bien, si el que un médico trabaje 24 horas seguidas es seguro (para sus pacientes o para la propia salud del médico) o correcto, es poner el punto de mira en el sitio equivocado. En este caso, como diría Pazos, el personaje de Manuel Manquiña en la película Airbag, “el concepto es la cuestión”.

Empecemos puntualizando: Los médicos tenemos, a diferencia de la inmensa mayoría de nuestros compañeros sanitarios, un particular sistema para clasificar nuestro trabajo con dos tipos de jornadas:

  • Jornada Ordinaria: Un número de horas al año que debemos trabajar, en torno a 1600, y que generalmente se distribuyen de lunes a viernes de 8:00 a 15:00. Es importante recalcar que este es el mismo número de horas que trabajan el resto de nuestros compañeros sanitarios.
  • Jornada Complementaria (las “guardias”): Es decir, horas adicionales para garantizar la “continuidad asistencial”. Dicho de otra forma, garantizar un servicio público y constitucional, que es la salud de las personas. Sumando ambas jornadas, en todos los casos, se trabajan 24 horas consecutivas. Aunque haya otras profesiones, al margen de los médicos, que tengan “guardias”, son los médicos, con diferencia abrumadora, los que tienen este tipo de jornada.

Dicho esto, es importante saber que, tras la jornada complementaria, es obligado (¡afortunadamente para la seguridad del paciente!) un descanso, que puede ser de 12 a 24 horas. Así mismo, las guardias no son un privilegio o un vicio de los médicos, si no una obligación que, hasta los 55 años no podemos evitar (y con una reducción significativa del sueldo).

H asta ahí, parece algo normal, pero empezamos con lo aberrante del sistema de jornadas complementarias:

  • El pago por hora de jornada complementaria es de cuantía INFERIOR al pago por hora de jornada ordinaria (si, no me he equivocado al escribir). Esto hace que un médico, tras años de formación y con tremenda responsabilidad a sus espaldas, gane en torno a 20-25€ brutos por hora de trabajo de guardia. Basta comparar con el precio de la hora de mano de obra de cualquier otro servicio, como un taller, que también los médicos usamos cuando nuestro vehículo se avería.
  • El descanso (obligatorio, necesario) tras la jornada complementaria hace que, al día siguiente, no se trabajen 7 horas de jornada ordinaria que, tal y como está redactado el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud y los diferentes acuerdos reguladores de los sistemas autonómicos de salud, puede pedirse que se recupere. Esto es obsceno. Para haceros una idea supondría que, si hiciéramos 3 “guardias” de 17 horas (de “entre semana”, cosa que ocurre en sitios privilegiados, sabed que hay compañeros que se ven obligados a hacer 9 guardias mensuales) se trabajarían un promedio de 51.2 horas / semanales durante todo el año. Si comparamos con las 40 horas semanales del Estatuto de los Trabajadores, trabajamos un 28% más del máximo permitido en otros trabajo. Estas horas se están reclamando en algunos hospitales de España y en otros muchos, como donde trabajo, se insinúa que se pueden reclamar “legalmente” (aunque no creo que se pueda considerar muy “ético”).
  • Todos los trabajadores sanitarios trabajamos las horas de jornada ordinaria que se acuerdan en cada comunidad, pero los médicos trabajamos un número significativamente mayor de horas al año. Con 3 guardias de 17 horas al mes, restando las 7 horas de descanso, al año suponen 360 horas más, un 22% más que nuestros compañeros. ¿No sería justo que, dado que hemos trabajado muchas más horas, pudiéramos tener opción a jubilarnos antes con nuestra pensión intacta?
  • Aquí viene la mejor, sentaos. Cuando un médico esta de guardia, no está trabajando, si no “a la expectativa de trabajo”. Recomiendo pasear por un ajetreado servicio de urgencias, un quirófano o una consulta de atención continuada de atención primaria, para ver cómo, codo con codo, trabajamos con el resto de personal, para la salud de las personas, sin embargo, el resto de los trabajadores se encuentra trabajando (y recibe una cantidad mayor de dinero) que el médico. Incomprensible.
  • El hacer guardias aumenta el riesgo de determinadas enfermedades en los que las realizan, pero ni se compensa ni se tiene en cuenta.

Hay que recalcar que, el sueldo de un médico, depende en gran medida de las guardias, por lo que nos vemos obligados a continuar haciéndolas hasta casi el final de nuestra carrera. No solo eso, si nos ponemos de baja, no se abonan las guardias que no figuren en cartelera (habitualmente mensual o bimensual), por lo que, tras un tiempo, la prestación por incapacidad temporal se reduce muy significativamente.

Por todo esto, la pregunta de si guardias de 24, 12 u 8 horas no tiene sentido, puesto que garantizar un servicio no puede basarse en tales injusticias para el colectivo médico. Desde Médicos Unidos por sus Derechos proponemos el Estatuto del Médico, unas reglas diferentes que traduzcan esas diferencias diametrales en la forma en la que desempeñamos nuestro trabajo, respecto al resto de profesiones de la salud, siempre desde el respeto y considerándonos todas y todos igual de necesarios para la salud de las personas, si bien con duraciones de jornada, condiciones y retribuciones dispares.

Dentro de esas nuevas “reglas del juego”, habrá que decidir si todos las especialidades son iguales o no, en cuanto a la seguridad para sus pacientes (y los médicos) en caso de que trabajen 8, 12 o 24 horas seguidas. Habrá que dialogar con quienes llevamos décadas sufriendo este maltrato, para decidir cuales son las condiciones que, como especialistas técnicos, consideramos que son óptimas para seguir trabajando por la salud de la ciudadanía, nunca impuestas por decisores legos en la materia, o cuya última “guardia” tuvo lugar en el milenio anterior.

¿Qué son las guardias? Preguntas mientras clavas tu pupila en mi pupila. Las guardias son parte del problema del sistema sanitario y una razón por la que muchos compañeros abandonan el país o la profesión.

Samuel García Rubio

Especialista en medicina interna – Socio de Médicos Unidos por sus Derechos

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